jueves, 28 de junio de 2012

Shiva, redentor del universo.


Según relata un mito del Hinduismo, hubo una época de titanes, los cuales no tenían el don de la inmortalidad, sin embargo había un gurú patriarca de los mismos, se hacía llamar: Kashyapa, “el hombre tortuga”, el cual tuvo unas hijas, las cuales crearon la última generación de titanes, entre ellos se encontraban: Shiva, Brahma y Vishnu. Tras las batallas por el control del primer universo, hubo disputas, las cuales llevaron a crear facciones de poder. Shiva, al ser considerado un titán meditativo y austero, se le tuvo la encomienda por parte del gurú Kashyapa, el don de crear la inmortalidad a partir de una receta: Amrita (a, no; mrita, mortal), la cual se tenía que extraer de la obtención de una consistencia mantequillosa obtenida del océano de la leche de la vida, pero había un peligro, si se consumía o siquiera se tocaba ya directamente o por algún medio la parte superior batida del océano de leche, la cual era espumosa, se corría el riesgo de morir, esta sustancia se llamaba: Kalakuta “cima negra”. Nadie se atrevía a realizar la acción de sustraer esta espuma. Shiva, quien no tenía interés alguno en obtener beneficio egoísta de ser inmortal, se aventuró a consumirla; con su lengua absorbió la espuma, y por ejercicio y práctica de su meditación y fuerza yoga, retuvo el líquido mortal en su garganta, y por ello se le puso la garganta azul, por ellos se le llama también Nilakantha “gargnta azul”. También se dice que por medio de su esposa Parvati, quien le ató una serpiente al cuello y que por medio de esta retuvo el líquido mortal, de ahí que la serpiente sea venenosa y tenga propiedades mistéricas en cuanto a conocimientos del inframundo y de la energía del inconsciente animal o sexual, la serpiente simboliza el dominio de la muerte y la energía que reposa, la energía Kundalini (Kundalini simboliza la energía dormida de la libido que representa la energía que controla los impulsos creativos y destructivos; el Kundalini el chakra primero y se localiza en la zona del perineo o parte inferior de la columna, su buen control puede llevar al autoconocimiento de la energía sexual y dominarla para impulsarla a la propia voluntad del practicante de las energías de os chakras). Shiva, Brahma y Vishnú al haber tomado este líquido vital (Amrita), obtuvieron el don de la inmortalidad y como resultado de haber consumido este néctar, se creó la vida en el cosmos (galaxias, planetas, plantas, animales, etc.). Los titanes enemigos fueron muertos excepto uno que se convirtió en el sol al haber tragado el líquido vital y al habérsele cercenado la cabeza, de ahí que su cabeza ronde en el campo celeste.


Esa es la mejor imagen que pude conseguir, ya que se aprecia su garganta azul, signo de que ingirió el veneno Kalakuta; ya hubiera sido por su fuerza kundalini (yoga de la meditación enfocado al mismo chakra) o por la cobra que le dió Parvati o Shakti (fuerza o dualidad femenida).


Aquí una representación de lo que pudiera ser su manifestación dual: Shiva-Shakti (energía creadora y energía destructora).


Con este relato tenemos una imagen arquetípica que se repite en muchas religiones: la figura del redentor, aquel que expone su propia vida a favor de la creación de algo nuevo y bueno, algo que permite la existencia ya cósmica (cosmogonía) o personal (moral). Ejemplos, pues bien tenemos a Jesucristo que con su sacrificio promulgó la buena nueva de una vida ultraterrena o del más allá. Tonatiuh, dios del sol, se repite el caso de Shiva, que en vez de consumir veneno para crear la vida y el universo, se arrojó a una pira de fuego y se convirtió en el sol. Tenemos también el caso de Dioniso, dios del vino, el cual por engaño de Hera, fue calcinado por su propio padre Zeus quien le mató, por intervención de Hermes resucitó en el muslo de Zeus; como sabemos fue míticamente el creador del vino y por ello que al vino se le adjudiquen dentro de los ritos báquicos propiedades del saber de ultratumba por el supuesto de que este dios murió y resucitó, y así hacer saber a los hombres que hay un mundo del más allá.


Esta me pareció interesante, representa a Kali, una advocación de la dualidad femenina de Shiva. Kali, es la diosa de la muerte y de la destrucción, es a la vez la madre universal. Representa la energía de la líbido en estado de máximo frenesí. Antiguamente se le rendían sacrificios humanos. ¿La coatlicue de la India? (madre universal, dadora de vida y a la vez que terrorífica y destructora) Vean el collar de cabezas humanas y la lengua.


Aquí  sí se le asemaja más.


Aquí Kali o Parvati (advocaciones), la esposa de Shiva siendo dominada en su impulso lidibinoso (Shiva le apacigua en su actitud de niño).



Shiva, Jesucristo, Tonatiuh, Dioniso, Coatlicue, Osiris, Orfeo, Buddha y demás figuras tienen esa relación del conocimiento de los misterios de ultratumba, lo único que cambia son esos atributos accidentales producto y consecuencia del concurrir cotidiano que tiene cada cultura a su alrededor. Los valores místicos y/o trascendentales tales como la idea del primer ser, la inmortalidad, lo que hay después de la muerte, la actitud de vida que hay que llevar y demás cuestiones que sean eficaces para combatir los malestares cotidianos del ser humano, se han manifestado siempre a través de las culturas, lo que vemos son advocaciones de estas figuras arquetípicas que expresan ideas talvez innatas del ser humano alojadas en el subconsciente.

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